Crecieron en una época de prosperidad y forman parte de la que se considera la generación española más y mejor formada. Muchos tienen estudios superiores, hablan varios idiomas, dominan las tecnologías digitales… Pero cuando se disponían a salir al mundo laboral estalló la burbuja y vivieron una durísima crisis económica. Y ahora, apenas una década después, cuando podían soñar con una mejora de sus condiciones, cuando por edad deberían estar relevando a la generación anterior en puestos de responsabilidad y creando hogares, se ven abocados (junto al resto de la sociedad) a la que ya se anticipa como la mayor crisis económica desde la Guerra Civil como consecuencia de la Covid-19.
Son los millennials , una generación (los nacidos en los ochenta y primeros noventa) sobre cuyos valores y motivaciones se ha hablado y escrito mucho, que ha sido tildada de hedonista y narcisista. Lo cierto es que la anterior crisis a muchos les pilló por sorpresa, vieron frustradas sus expectativas de futuro, y se dispararon los cuadros depresivos y de ansiedad. La precariedad se convirtió en su nueva realidad y limitó las oportunidades de poner a prueba sus capacidades como adultos justo cuando habían de despegar como tales. ¿Y qué pasará con este nuevo golpe ahora que transitan la treintena? ¿Serán los millennials una generación marcada por las crisis? ¿Están condenados a “vivir peor que sus padres”?