La lucha contra el SARS – COV-2 más conocido como el COVID-19 sigue siendo tan exhaustiva desde que empezó. Han pasado casi 6 meses desde que se declaró el Estado de Emergencia en nuestro país, y aun no se tiene claro si vamos ganando o perdiendo en la lucha contra esta Pandemia. Todos fuimos confinados a nuestras casas y se cerraron muchas empresas pero sobre todo hubo un cambio radical en nuestro estilo de vida denominado “La Nueva Normalidad”. Hasta ahora nos cuesta cumplir en su totalidad y quizás una de las principales razones es que nadie estuvo preparado para cambiar de manera muy abrupta. Otro factor importante es que se nos venía venir el invierno, en donde muchas familias prefieren estar más unidas y pasar juntos el invierno.
La incertidumbre, decía, en el sistema es intrínseca y no puede desaparecer nunca.
En estos casi 6 meses, tanto el Estado Peruano como los ciudadanos peruanos hemos interactuado muchas veces pero en ocasiones no siempre en el mismo sentido. En otras oportunidades el Estado Peruano y El Congreso se han vuelto tan antagónicos, varios meses de lucha de poderes, cambios normativos y hasta de funcionarios. Toda esta inestabilidad política aqueja a los peruanos que hoy por hoy están en las calles en la búsqueda de nuevos ingresos pero sobre todo de nuevas oportunidades para sobrevivir ante esta crisis. Si uno no logra “reinventarse” o no eres de esas personas que no esperan que las cosas lleguen solas y solo se limita a esperar que el Estado Peruano empiece a cambiar las cosas, seguimos estando en la crisis. Hemos tenido muchas bajas, pero también muchas personas recuperadas de esta enfermedad, hemos aprendido mucho de este virus en estos meses a través quizás de mucha información por la televisión, redes sociales, radio y hasta en una conversación familiar o con amigos.
En nuestra sociedad se tienen diferentes tipos de personas, con costumbres y pensamientos muy diferentes a pesar que pertenecemos todos a un solo País, esta diferencia sería también un factor que hace que el contagio sea más frecuente; por un lado, están los que, si cumplen las disposiciones, a fin de evitar que las personas se contagien y, por otro lado, están los que son totalmente escépticos de las normativas y piensan que nunca les tocará, si a esos grupos les sumamos otro grupo de personas que están confiados en que muy pronto llegará la vacuna y todo pasará, esto hace que mucha gente baje la guardia y al final la población se siga contagiando.
otra incertidumbre, «si a esta epidemia no la seguirá otra y luego otra».
Fueron casi 6 meses de estar entre salir a trabajar, pensar en no contagiarse o quedarse en casa sin recursos para poder continuar, esperando que la bendita curva de progreso del COVID-19 se aplane, pero vemos con mucha angustia que ello no ocurre y se aprecia cada vez más contagios, pero aun así se tiene el desdén de seguir adelante, sin duda, muchos de nosotros hemos cambiado de rumbo y estamos viendo la nueva realidad con normas de convivencia, estilos de trabajo y hasta ajustes en las leyes.c.
En conclusión, ha sido 6 meses de incertidumbre que a la fecha seguimos con las mismas dudas como empezamos, o quizás hasta mayores dudas por no saber si estamos avanzado de manera correcta, ya que los números no nos favorecen. Según la Organizacional Mundial de la Salud (OMS) a la fecha se tienen 25 millones de casos confirmados en el mundo y en el Perú, según portal del MINSA, a la fecha se tiene en total 710,067 casos.
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