A lo largo de nuestra vida nos envolvemos en motivaciones e ideales, que vamos configurando en el tiempo a través de nuestra experiencia.
Nuestra expresión corporal es tan importante como nuestra comunicación verbal, sin duda, gran parte de estas expresiones las encontramos en la forma en que bailamos, caminamos, nos vestimos, reclamamos, tocamos un instrumento, expresando sentimientos de bondad, generosidad y hasta la hora de pedir u ofrecer algo, desencadenando expresiones y movimientos que en algún momento pueden ser tan convincentes.
Debemos comprender, que la Cultura Emocional es una estructura que manifestamos a través de nuestras expresiones, conductas y hasta la forma en que nos desenvolvemos, que en gran medida la hemos adquirido de nuestra “Familia” o “Círculos más Cercanos” , y que, decir de nuestra personalidad, la cual mostramos a través de un proceso de aprendizaje, influenciado de manera secuencial por nuestros padres, familiares, amigos, profesores, compañeros de trabajo, mentores, grupos sociales, etc., sin dejar de lado a las Marcas que estimulan vínculos afectivos y atractivos que en muchos casos los imitamos.
Albert Mehrabian, en su investigación llegó a la conclusión sobre el impacto de los mensajes que transmitimos, que un 7% es verbal (sólo con palabras), un 38% vocal (por medio del tono de la voz, los matices y otros sonidos) y no verbal o corporal en un 55%.
Las marcas buscan que los Consumidores realicen interpretaciones, que las relacionen con acontecimientos muy relevantes; es decir, buscan que se direccione de forma intencional.
Para un investigador, es importante interactuar con los consumidores, a fin de establecer la relación entre la cultura emocional y las marcas, comprendiendo cómo los estímulos generan movimientos repetitivos, generados de forma espontánea al recibir información de nuestros sentidos, los cuales son procesados por nuestro cerebro, el mismo que suele desencadenar movimientos en nuestro cuerpo. Visto desde lo que observó como investigador, puedo decir, que recibimos un sin número de estímulos de las Marcas que pueden cambiar nuestro estado de ánimo, por ejemplo: ver a un niño frente a sus personajes preferidos, seguro esbozara una sonrisa por su cambio de estado de ánimo y su emoción la acompañara con movimientos corporales, para un adolescente hoy en día tener en su poder tecnología, seguro que cambiará su estado emocional, hasta pensar que se siente empoderado con la capacidad de superación, pero también lo puede alejar de su mundo exterior, evidente serán sus expresiones, para un adulto, es importante mantenerse conectado con su entorno para no dejar de socializar e interactuar, y mucho tienen que ver las redes sociales; para una persona de la tercera edad, pueda que el uso de la tecnología le genere incertidumbre pero sin duda tendrá otra forma de relacionarse, dándole uso a las plataformas visuales, como películas, series, cultura, entre otros. Sin duda, cada uno pasa por momentos estimulantes, que provienen de sus propias emociones.
Seguro encontraremos definiciones para la Cultura Emocional y las Marcas, pero debemos comprender, que su relación se encuentra cada vez más activada en nuestro cerebro consumidor, cuando lo expresamos de manera corporal, un claro ejemplo, es cuando nos darnos cuenta, que muchas veces se nos quiere impresionar, por lo que sentimos que está midiendo nuestra conducta a través de las palabras, mientras que el cuerpo a su vez se mueve por su propia cuenta, expresando otra forma de manera inconsciente, incluso al no saber explicar algo, los gestos de la cara son tan evidentes que se delatan y pueden generan dudas o insatisfacción al no recibir estímulos relevantes. Ahora y seguro que se habrán dado cuenta, que aprender a bailar paso por varias etapas de aprendizaje, como viendo al artista o grupo de moda o tal vez a la familia, la vestimenta en la mayoría de casos es reflejo de lo que ofrecen las marcas (de lado quedo lo que la mamá deseaba que se pongan), es más, hasta la forma en que se consumen productos, se han adquirido de la marca preferida (días, precios, combinaciones, packing, entrega, etc.), entonces vamos comprendiendo que nuestra expresión corporal, esta en gran medida Influenciada por los estímulos positivos o negativos que recibimos constantemente.
La expresión corporal, es un componente fundamental en la comunicación que debemos tener en cuenta en nuestra evaluación del comportamiento del consumidor, ya que proporciona información sobre las emociones y reacciones, sobre todo, que, al existir diferentes dimensiones que podemos emplear para que los consumidores estén más motivados, es necesario establecer criterios de evaluación en nuestra estrategia, puesto que, no podemos regular sus emociones por sus habilidades adquiridas, hábitos, actitudes, intereses, roles y relaciones, el hecho que las Marcas influyan de manera intencional en las decisiones de compra, está más relacionado con la estimulación cognitiva que aplican, al entrenar el cerebro hacia la recompra con una estrategia diferenciada que facilita y simplifica la vida, como decir, “te damos la receta para que tú lo hagas”, “elige de la pantalla lo que desees”, “tu viaje a un click”, “compra segura desde tu móvil”, “rostro terso en unos días”, “te llevamos lo que deseas”, “con tenedor o cuchara” estas formas de conectar, puede ser mucho más influyente que la propia satisfacción del consumidor, al estar siempre en movimiento. Consejo de pata, interioriza, es bueno saber si estas estimulando a tus consumidores en cada punto de contacto.