La inteligencia artificial, a la conquista del sector educativo

Los sistemas de inteligencia artificial para enseñar y aprender resultan claramente innovadores, no solo por la tecnología que utilizan, sino también porque se enmarcan en las nuevas metodologías de la innovación educativa, basadas en la equidad (es decir, en dar a cada alumno aquello que necesita) y la inclusión (fomentar el aprendizaje de todas las personas, más allá de sus limitaciones o capacidades)

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Fuente: Revista Harvard Deusto 2023

El desarrollo de herramientas de software y hardware orientadas a optimizar los procesos de enseñanza, englobado bajo el concepto de EdTech (tecnología educativa), recibió un nuevo impulso –en muchos casos, el definitivo– durante el confinamiento fruto de la pandemia por Covid-19. En ese momento, la virtualidad se impuso a la asistencia presencial en el aula por motivos de seguridad, y las herramientas de trabajo en remoto se volvieron protagonistas.

Como en tantas otras áreas de trabajo, la pandemia puso de manifiesto la utilidad de las nuevas tecnologías, también, en el sector educativo. Y, poco a poco, a las herramientas más básicas (como el correo electrónico o las plataformas como Google Classroom) se le sumaron recursos más complejos, en muchos casos basados en inteligencia artificial (IA).

La inteligencia artificial en el sector educativo

El tamaño del mercado de la inteligencia artificial en el sector educativo superó los 2.000 millones de dólares en 2021 a nivel global, y la previsión es que se expanda a un ritmo superior al 45% de tasa de crecimiento anual compuesta entre el 2022 y el 2030, hasta alcanzar los 80.000 millones de dólares a finales de la década, según un análisis de la consultoría Global Market Insights.

Y es que los sistemas de inteligencia artificial para enseñar y aprender resultan claramente innovadores, no solo por la tecnología que utilizan, sino también porque se enmarcan en las nuevas metodologías de la innovación educativa, basadas en la equidad (es decir, en dar a cada alumno aquello que necesita) y la inclusión (fomentar el aprendizaje de todas las personas, más allá de sus limitaciones o capacidades).

En concreto, algunas de las ventajas que ofrece la IA en la educación son:

  • Permiten un aprendizaje personalizado. No todos los alumnos asimilan los nuevos conceptos con la misma rapidez, y las aplicaciones que usan IA pueden adaptarse a esta circunstancia. Un ejemplo es Thinkster Math, un programa que analiza los pasos que los usuarios siguen para resolver los problemas matemáticos que se les plantean. En el camino, el sistema produce informes de progreso de cada alumno, detecta sus tendencias de aprendizaje a partir de evaluar distintas habilidades y personaliza los contenidos basándose en el nivel de cada estudiante.
  • Fomentan el aprendizaje entre iguales. A menudo, los alumnos asimilan mejor la materia cuando es otro estudiante quien les explica los contenidos, y no un profesor. De hecho, el aprendizaje entre iguales es otra idea básica de las metodologías pedagógicas innovadoras. En este concepto se sustenta, por ejemplo, la aplicación Brainly, concebida como un chat offline en el que los alumnos formulan preguntas a otros estudiantes, quienes se encargan de responderles. Aquí, el machine learning actúa filtrando las respuestas y garantizando que estas cuentan con unos mínimos criterios de calidad. Además, la aplicación utiliza la IA para que las preguntas que formulan alumnos que cuentan con conocimientos avanzados de una materia, las respondan otros estudiantes que también dominan esa asignatura.
  • Usan chatbots para garantizar un aprendizaje 24/7. Estos robots basados en la IA también desempeñan un creciente papel educativo, ya que, convenientemente programados, son capaces de responder las preguntas de los estudiantes e, incluso, de explicar conceptos simples. Además, lo hacen instantáneamente y en cualquier momento del día, todos los días de la semana, convirtiendo el aprendizaje en un proceso 24/7.
  • Pueden focalizarse en campos educativos concretos. Un buen ejemplo de ello son los sistemas de IA para aprender idiomas. Es el caso de Duolingo, que incorpora bots, convertidos en personajes, con los que los usuarios pueden conversar por escrito con a fin de practicar una lengua.
  • Facilitan la evaluación. El desarrollo de programas de IA educativa también resulta útil para los docentes, puesto que les allana la tarea de evaluar. Una de las herramientas disponibles es Gradescope, una plataforma que ordena inteligentemente las respuestas para verificarlas y proporciona al profesor un análisis detallado de aquellos aspectos que los alumnos no han acabado de entender.

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